Coronavirus, ansiedad, depresión, ejercicio, relaciones de pareja y otros demonios…

¿Quién se esperaba todo esto?

¿Se han dado cuenta de todo lo que este virus trajo consigo?

A nivel social vino a darnos unas cuantas cachetadas sobre nuestros comportamientos, decisiones y autoconocimiento, que ninguna persona, religión, ni credo, había logrado hacer en siglos.



¿Qué es realmente valioso? ¿Qué he hecho con mis relaciones sociales? ¿Cómo me permití estar en este matrimonio? ¿Por qué no me preocupé por mi salud física antes? 


Estas son tan sólo algunas de las preguntas que he identificado entre las publicaciones que he leído en redes sociales, y conversaciones con personas cercanas que he mantenido en línea.

Por cierto. ¿Qué sería de la humanidad sin tener Facebook para poder desahogarse? ¿Se imaginan no poder identificarse con la angustia de otra persona por las historias de Instagram? ¿O sin poder enviar audios por WhatsApp? Nos sentimos tan solos en nuestras casas, pero nos “consolamos” al poder interactuar con otra persona por medio de la tecnología.

¿En qué momento dejamos de interactuar con nuestra propia familia? Y aún más importante, ¿En qué momento dejamos de sentirnos cómodos en la intimidad de nuestra propia compañía?

El Coronavirus vino con todo, no quiso guardarse nada.

Arrasó con miles de vidas, destruyó proyectos laborales, complicó planes a futuro, aplazó viajes al exterior y hasta bodas planeadas durante años.

Pero esto no puede ser una simple página más escrita en la historia de nuestra humanidad. No puede ser simplemente una de las muchas tragedias que el ser humano en algún momento debió enfrentar. 

¿Recuerdan una de esas tantas imágenes con frases célebres trilladas que se comparten con frecuencia en Facebook?




¡Hoy más que nunca esa frase debe hacer eco en nuestra cabeza!

Nos conmovemos porque los delfines vuelven a las costas de Italia. ¡Pues empecemos a dejar de contaminar en serio! Hagamos planes de reciclaje, no contaminemos las playas cuando vamos de paseo, recojamos nuestra basura, cuidemos el agua…

Nos conmovemos porque los adultos mayores son la población más vulnerable. ¡Pues dejemos de abandonarlos! Cuidemos a quienes tenemos cerca, no los desatendamos, honremos su sabiduría y experiencia, visitemos hogares de ancianos…

Nos asustamos porque la población más riesgosa tiene hipertensión o diabetes. ¡Pues empecemos a cuidar nuestra salud física! Y no para subir la historia en Instagram “#FitEnCasa” sino porque de verdad queremos estar bien. Porque somos conscientes de las consecuencias que no solamente a nivel país y económico por sus implicaciones médicas conllevan, sino porque nos queremos y merecemos sentirnos bien.

Nos abrumamos porque estamos 24 horas en casa conviviendo con nuestros familiares, parejas o hijos. Pues detengámonos y veamos que nos llevó a ese punto…

Hoy hace 115 años, el 26 de marzo de 1905, nació Viktor E.Frankl. 

Creador de la Logoterapia, en quién basamos nuestro trabajo y manera de vivir. ¿Qué tal si honramos su memoria pensando en las siguientes preguntas?



Dicen que los momentos de crisis, son tiempos para crecer desde adentro.


¿Qué esperamos hacer con esto? Y mucho más importante, ¿Para qué estamos viviendo esto?



Un abrazo a la distancia.

Lic. Paola Vargas Gómez
Directora de Territorio Psicológico

Comentarios

  1. Insensibilidad o empatía, sarcasmo o cambios de conducta. Por un lado personas que no se informan de la realidad y creen que es un simple juego, por otro extremistas que piensan que llevándome todo del supermercado estaré bien. Que este capitulo en la historia como marca Paola sea un motivador de cambios positivos, de entender que debo apoyar a la persona a mi lado, no par vencerlo. Qué la medicina para este virus sea entender la verdadera esencia y significado de ser humano.
    Como También diría Viktor E. Frankl.
    Cuando ya no podemos cambia una situación, tenemos el desafío de cambiarnos a nosotros mismos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El inventario de acoso moral de Leyman y su análisis.

En marzo, 2013